miércoles, 16 de julio de 2014

Dos ejemplos del grado de vinculación municipal con la participación.


Un error del Ayuntamiento al no llegar a ejecutar una asignación del presupuesto de 2013 admitida a propuesta de la asociación cultural PASC Aznalqué (http://asocpascaznalque.blogspot.com.es/) que de la petición original de 3000 € pasó a 2000 para dedicarla a la adquisición de piezas originales de la Fábrica de Lozas de San Juan (1854 – 1954). El objetivo era ir creando una colección municipal representativa de la excelente producción de esta afamada factoría que competíó en su tiempo con los productos de Pickman (La Cartuja de Sevilla) y fue una de las más importantes firmas en loza y porcelana del país. Durante gran parte del casi el siglo que está fábrica estuvo funcionando llevó asociado el nombre de nuestro municipio a artículos exquisitos y de gran calidad en los mercados nacionales e internacionales y en la que trabajaron cientos de sanjuaneros y sanjuaneras (algunos de estos trabajadores sufrieron precozmente serios problemas de salud debido a la toxicidad de los productos con que se elaboraban las piezas). La intención era ir asignando esta minima cantidad económica (en relación a los gastos totales del presupuesto municipal de cerca de 20 millones €) para que nuestra población conociera una muestra significativa del rico pasado industrial de la localidad e ir rescatando un patrimonio local que en la actualidad sólo puede contemplarse en el Museo de Bellas Artesde Asturias en Oviedo y en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid. Una verdadera pena que nuestra Corporación no le dé la necesaria importancia a los valores patrimoniales, artísticos e históricos del legado de nuestro pasado y de las anteriores generaciones de sanjuaneros.


Más información sobre la Fábrica de Lozas en:
https://20029f27-a-62cb3a1a-s-sites.googlegroups.com/site/sanjuanparticipa/ART%20FAB%20LOZA.pdf?attachauth=ANoY7cqRsy-gfEmy9FX8Y_A1erwScY50Hlz2SP3mq2BNmy6N--PHWAxhPYJfvzrRnJPVW7nWDbRy6SOtCvWIQl2kpj_BIZ0pzFc6Xr2TyuuXi9_Kuup-rWVlhE-KXJpbS2TAYp6ROnH7or7Bg-u_n2qznuhQQ7OQJhibh5iJgYDefe_VIrJh2CD5B7Gk8T7AJfL_-IMAK0piKiS6w6zQJq7-e3IGPr4Qdw%3D%3D&attredirects=1&d=1



De la misma manera se ha quedado sin ejecutar otra asignación de 20.000 € destinada a financiar proyectos socioculturales desarrollados por las asociaciones locales más comprometidas y vinculadas con la realidad social. El objeto de esta partida era haber contribuido a que desde el movimiento asociativo se ofrecieran servicios y propuestas de mejora de la calidad de vida, la convivencia, la oferta cultural y la atención a sectores desfavorecidos en los barrios y en la vecindad en general.
Estas consignaciones presupuestarias y algunas más son fruto del proceso de participación canalizado a través del Consejo Local de Participación Ciudadana que posibilita que representantes de asociaciones propongan la inclusión en los presupuestos municipales de servicios, prestaciones e iniciativas por medio de su traslación económica en el capítulo de gastos. Las propuestas son admitidas integramente, mofificadas o rechazadas por el Equipo de Gobierno para luego ser aprobadas en el Pleno Municipal.
Estos dos casos son un ejemplo de un concepto de la participación ciudadana en la que se supone que la elaboración del presupuesto municipal se abre, aunque de manera restringida, a las aportaciones de un sector de agentes sociales pertenecientes al tejido asociativo y se entiende que la incorporación de estas partidas presupuestarias compromete al Consistorio a realizar la ejecución de gastos que atienden a la realización de las propuestas admitidas . Por ello no parece demasiado motivador de cara a la participación en la confección de la norma que regula las finanzas municipales sirva para algo si el trabajo efectuado por las asociaciones y sus representantes, en algunos casos, se convierte en un mero proceso formal que queda simplificado a un gesto de supuesta participación que queda solamente sobre el papel y no vincula al Equipò de Gobierno a cumplir con sus compromisos. Unas prácticas de gestión que poco aportan al ya mermado proceso participativo y desactiva las expectativas y el interés de seguir colaborando con el propio Ayuntamiento en este proceso.