

Más información sobre la Fábrica de Lozas en:
https://20029f27-a-62cb3a1a-s-sites.googlegroups.com/site/sanjuanparticipa/ART%20FAB%20LOZA.pdf?attachauth=ANoY7cqRsy-gfEmy9FX8Y_A1erwScY50Hlz2SP3mq2BNmy6N--PHWAxhPYJfvzrRnJPVW7nWDbRy6SOtCvWIQl2kpj_BIZ0pzFc6Xr2TyuuXi9_Kuup-rWVlhE-KXJpbS2TAYp6ROnH7or7Bg-u_n2qznuhQQ7OQJhibh5iJgYDefe_VIrJh2CD5B7Gk8T7AJfL_-IMAK0piKiS6w6zQJq7-e3IGPr4Qdw%3D%3D&attredirects=1&d=1
De la misma manera se ha quedado sin ejecutar otra asignación de
20.000 € destinada a financiar proyectos socioculturales
desarrollados por las asociaciones locales más comprometidas y
vinculadas con la realidad social. El objeto de esta partida era
haber contribuido a que desde el movimiento asociativo se ofrecieran
servicios y propuestas de mejora de la calidad de vida, la
convivencia, la oferta cultural y la atención a sectores
desfavorecidos en los barrios y en la vecindad en general.
Estas consignaciones presupuestarias y algunas más son fruto del
proceso de participación canalizado a través del Consejo Local de
Participación Ciudadana que posibilita que representantes de
asociaciones propongan la inclusión en los presupuestos municipales
de servicios, prestaciones e iniciativas por medio de su traslación
económica en el capítulo de gastos. Las propuestas son admitidas
integramente, mofificadas o rechazadas por el Equipo de Gobierno para
luego ser aprobadas en el Pleno Municipal.
Estos dos casos son un ejemplo de un concepto de la participación
ciudadana en la que se supone que la elaboración del presupuesto
municipal se abre, aunque de manera restringida, a las aportaciones
de un sector de agentes sociales pertenecientes al tejido asociativo
y se entiende que la incorporación de estas partidas
presupuestarias compromete al Consistorio a realizar la ejecución de
gastos que atienden a la realización de las propuestas admitidas .
Por ello no parece demasiado motivador de cara a la participación en
la confección de la norma que regula las finanzas municipales sirva
para algo si el trabajo efectuado por las asociaciones y sus
representantes, en algunos casos, se convierte en un mero proceso formal
que queda simplificado a un gesto de supuesta participación que queda
solamente sobre el papel y no vincula al Equipò de Gobierno a
cumplir con sus compromisos. Unas prácticas de gestión que poco
aportan al ya mermado proceso participativo y desactiva las
expectativas y el interés de seguir colaborando con el propio
Ayuntamiento en este proceso.